Prueba de Ansiedad Social

La ansiedad social, el miedo a ser evaluado negativamente por los demás, es experimentada por la mayoría de las personas de una forma u otra.

Para la mayor parte de la población, los síntomas no alcanzan niveles que causen angustia y problemas significativos en sus vidas.

En una intensidad tan baja, incluso puede considerarse un rasgo útil y adaptativo, ya que puede ayudarnos a ser más conscientes de la forma en que aparecemos y mejorar así nuestro comportamiento social.

Dicho esto, aproximadamente el 13% de las personas en Estados Unidos sufren síntomas clínicamente significativos de ansiedad social en algún momento de sus vidas (Kessler, Petukhova, Sampson, Zaslavsky, & Wittchen, 2012).

En estos casos, su miedo ha superado un determinado umbral a partir del cual ya no puede considerarse útil.

De hecho, es tan fuerte e intenso que las personas afectadas sufren graves consecuencias debido a su inseguridad en entornos sociales (puedes hacer clic aquí para leer nuestro artículo que trata de las consecuencias más graves de la ansiedad social).

En estos casos, los profesionales del ámbito médico pueden evaluar si una persona cumple los requisitos para que se le diagnostique un trastorno de ansiedad social (TAS), a menudo también denominado fobia social (puedes hacer clic aquí para ir a nuestro artículo con los criterios oficiales de diagnóstico del TAS).

Durante el examen, los médicos de cabecera o los psiquiatras pueden utilizar otras herramientas de evaluación, como pruebas validadas científicamente que miden el nivel de miedos sociales de una persona.

Estas pruebas han sido cuidadosamente elaboradas por equipos de investigación y se ha comprobado su fiabilidad para medir el constructo psicológico de la ansiedad social en diversos contextos.

Aunque un diagnóstico oficial sólo puede realizarlo un profesional cualificado que verifique que se cumplen los criterios de diagnóstico oficiales, las pruebas que miden el grado de inclinación de una persona a la ansiedad social pueden servir como prueba adicional de que el trastorno está presente.

Además, pueden ser utilizados por las personas que sospechan que tienen fobia social para averiguar si sus sospechas tienen sentido o no.

Dicho esto, veamos un test de este tipo.

Escala de ansiedad social de Liebowitz – Versión de autoinforme

Una de las pruebas más administradas es la versión de autoinforme de la Escala de Ansiedad Social de Liebowitz (LSAS-SR; Liebowitz, 1987).

Se utiliza en todo el mundo, tanto por los clínicos como por los investigadores.

La LSAS evalúa el miedo y la ansiedad de una persona en relación con 24 situaciones sociales así como su tendencia a evitarlas.

Ha demostrado ser una forma válida de evaluación y se considera una prueba fiable para la ansiedad social (Orsillo, 2001).

Si te preguntas si te afecta o no la ansiedad social, puedes hacer este test haciendo clic en el botón de abajo.

Dura unos ocho minutos y clasifica tus resultados en una de las siguientes categorías:

  • Ninguna o muy baja ansiedad social
  • Ansiedad social leve
  • Ansiedad social moderada
  • Ansiedad social marcada
  • Ansiedad social severa
  • Ansiedad social muy severa

Ten en cuenta que los resultados de esta prueba no deben tomarse como un diagnóstico oficial. Te animamos a que hables con tu médico, psiquiatra u otro profesional de la salud mental si crees que puedes estar afectado.


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