Ansiedad Social en Estudiantes Universitarios: La Pandemia Olvidada

En cierta medida, la ansiedad social desempeña un papel importante para todos nosotros.

La excitación psicosomática -alerta, temblores, sudoración, etc. – es una señal de nuestro cuerpo de que es importante que nos comportemos de una manera determinada, que demos una buena impresión y que ayudemos a los demás a sentirse cómodos en nuestra presencia.

Esta es la mecánica de la cohesión social, y nuestro sistema nervioso es inteligente para darse cuenta de que hay una amenaza si la cohesión no está presente.

Sin embargo, a menudo los niveles de ansiedad llegan a ser tan elevados que empiezan a actuar en contra de nosotros, lo que provoca una disminución del rendimiento social e impide cualquier tipo de interacción social gratificante.

Igualmente, la ansiedad puede impedirnos incluso entrar en situaciones sociales, o permanecer más tiempo del necesario durante o después.

En estos casos, podemos considerar que el afectado padece un trastorno de ansiedad social (TAS, también llamado fobia social).

En la adolescencia y la juventud tendemos a estar menos seguros de nosotros mismos: hay más preguntas sobre nuestro valor como persona y nuestro lugar en el mundo.

Como estudiantes universitarios, especialmente, estamos en proceso de independizarnos de la unidad familiar y depender más de nuestros amigos.

Por eso, naturalmente, para los jóvenes las relaciones sociales son especialmente importantes. Esta importancia hace que las relaciones sean más gratificantes, pero la amenaza del rechazo es aún más punitiva en esta etapa de nuestras vidas (Kilford, Garrett, & Blakemore, 2016).

Es por estas razones, como veremos en la siguiente sección, que la ansiedad social tiene una alta prevalencia entre los estudiantes universitarios.

Estadísticas de la ansiedad social en estudiantes universitarios

Intuitivamente, la mayoría de la gente dice que la ansiedad social es un fenómeno común en los estudiantes universitarios.

Sin embargo, ¿qué dice la ciencia al respecto? Hemos reunido investigaciones relevantes y hemos calculado la media de sus resultados.

Teniendo en cuenta varios estudios realizados en todo el mundo, alrededor del 18% de los estudiantes universitarios padecen trastorno de ansiedad social (fobia social), o «ansiedad social marcada a grave». Es decir, casi uno de cada cinco estudiantes.

Infografía con Donutchart: Teniendo en cuenta varios estudios realizados en todo el mundo, alrededor del 18% de los estudiantes universitarios padecen trastorno de ansiedad social (fobia social), o "ansiedad social marcada a grave". Es decir, casi uno de cada cinco estudiantes.

En el Reino Unido, un estudio realizado en una gran universidad con una muestra de 1.007 personas informó de que alrededor del 10% tenía síntomas significativos de ansiedad social (Russell & Shaw, 2009). Sin embargo, esta cifra es notablemente inferior a los resultados obtenidos en otros países.

Por ejemplo, estudios realizados en universidades suecas y turcas han encontrado que la prevalencia del TAS entre los estudiantes es del 16,1% y del 19,5%, respectivamente (Tillfors & Furmark, 2007Gültekin & Dereboy, 2011).

En una universidad etíope, los investigadores descubrieron que la prevalencia de la fobia social era aún mayor, ya que el 26% de los 523 estudiantes dieron positivo (Hajure & Abdu, 2020).

De este 26%, alrededor del 70% tenía síntomas leves y el 17,4% tenía síntomas moderados.

El estudio también reveló que las situaciones más frecuentes que desencadenan la ansiedad social son ser criticado por los demás y asistir a fiestas. Hablar con extraños fue la situación que más se evitaba.

La investigación también demostró que el trastorno era más frecuente en las mujeres.

En EE.UU., casi no hay datos sobre la prevalencia de la ansiedad social en los estudiantes universitarios específicamente.

Sin embargo, el Instituto Nacional de Salud Mental estima que el 12,1% de todos los adultos mayores de 18 años padecerán fobia social en algún momento de su vida (Harvard Medical School, 2007).

Infografía con gráfico circular: el Instituto Nacional de Salud Mental estima que el 12,1 por ciento de todos los adultos mayores de 18 años padecerán fobia social en algún momento de su vida (Harvard Medical School, 2007).

En todos estos estudios se constató que los afectados por el TAS experimentan una calidad de vida significativamente menor, cuyos detalles veremos a continuación.

¿Cómo afecta la ansiedad social a los estudiantes universitarios?

Como hemos señalado, las relaciones satisfactorias y el reconocimiento social son elementos cruciales para el bienestar de los estudiantes universitarios.

Es fácil ver que la ansiedad social puede representar un obstáculo importante para formar y mantener éstas, afectando a los estudiantes universitarios de forma negativa.

Los estudiantes universitarios con fobia social tienden a tener una vida social mucho menos activa y agradable, resultados académicos más bajos, una mayor probabilidad de desarrollar otras condiciones de salud mental y una mayor propensión al consumo problemático de alcohol.

Echemos un vistazo más de cerca a varios dominios de la vida y veamos cómo afecta el TAS a estos ámbitos en los estudiantes universitarios.

La vida social

Los niveles de ansiedad social parecen ser directamente proporcionales a la cantidad de tiempo que se pasa en privado, en contraposición a los espacios públicos.

Un estudio descubrió que en las tardes después de las clases y los fines de semana, los estudiantes con fobia social pasan más tiempo en casa que en cualquier otro lugar (Boukhechba, Chow, Fua, Teachman, & Barnes, 2018).

Este patrón es tan fuerte que los investigadores descubrieron que al mirar los datos de localización de los rastreadores GPS de los celulares de los estudiantes se podía predecir con un 85% de precisión si el estudiante tenía TAS.

Por supuesto, pasar más tiempo en casa durante las tardes y los fines de semana significa menos amistades y relaciones románticas y peor calidad de amistades y romances cuando existen.

También significa menos participación en actividades extracurriculares como deportes y otros eventos, y menos aficiones y tiempo de ocio fuera de casa.

Una vez que estos patrones se establecen en la vida de los estudiantes, puede resultar aún más difícil participar, ya que los grupos de amigos de los compañeros ya se han establecido.

Esto suele conducir a un círculo vicioso de autoaislamiento.

Rendimiento académico

En un estudio que analizaba el impacto en los estudiantes universitarios de Arabia Saudita, los investigadores descubrieron que los estudiantes con TAS temían con mayor frecuencia «actuar, presentar o dar una charla delante de un público» (Hakami et al., 2018).

En muchas carreras universitarias, ciertas clases exigirán a los estudiantes dicha participación y se les puede calificar directamente por estas habilidades.

Incluso si no se les califica directamente por su rendimiento, los estudiantes con ansiedad social serán menos propensos a hablar en los seminarios, a participar en las tareas de grupo o a hacer preguntas si no entienden el contenido.

Por lo tanto, es comprensible que el TAS tienda a afectar negativamente al rendimiento académico.

El mismo estudio también descubrió que para los estudiantes con TAS, «sonrojarse delante de la gente» era la situación social que más se evitaba.

Esto indica que los individuos con TAS también son propensos a tener una alta «sensibilidad a la ansiedad», lo que significa que hay mucho miedo en torno a tener síntomas de ansiedad.

Esto puede ocurrir por muchas razones: preocupaciones por el dolor emocional agudo, desmayos o daños a la salud a largo plazo. Sin embargo, en el caso de estos estudiantes, lo que les preocupaba era mostrar sus síntomas de ansiedad ante otros estudiantes.

Si ambas cosas, hablar delante de la gente y sonrojarse, son comúnmente temidas, esto crea un círculo vicioso de aumento de la ansiedad y el comportamiento de evitación que puede ser muy difícil de superar y que afecta seriamente al rendimiento académico.

Efectivamente, las estadísticas reflejan que la fobia social se correlaciona con una mayor probabilidad de fracaso en los exámenes (Stein & Kean, 2000) y de no terminar la carrera y graduarse (Van Ameringen, Mancini, & Farvolden, 2003).

Esto lo corroboran los estudios sobre adolescentes en el colegio. Entre una muestra de 784 jóvenes finlandeses de 13 a 17 años, los que padecían el trastorno de ansiedad social obtuvieron una media de notas más baja en comparación con los que no lo padecían (Ranta, Kaltiala-Heino, Rantanen, & Marttunen, 2009).

Sin embargo, la investigación sobre los estudiantes universitarios sugiere que muchos consiguen persistir y obtener buenos resultados a pesar de su ansiedad.

Además, la fobia social puede ser una ayuda (aunque probablemente no muy saludable) para el rendimiento académico.

Comorbilidad: El desarrollo de otros trastornos mentales

Aunque no es específico de los estudiantes universitarios, los estudios demuestran que el trastorno de ansiedad social tiene altas tasas de comorbilidad.

Esto significa que es probable que un enfermo de TAS desarrolle o tenga ya otros trastornos mentales.

Según un estudio, el 69% de los sujetos con ansiedad social presentaban trastornos comórbidos de por vida (Schneier, Johnson, Hornig, Liebowitz, & Weissman, 1992).

El mismo estudio también afirmó que el TAS tiende a preceder a los trastornos comórbidos, lo que significa que es probable que la fobia social sea la causa en lugar de otros factores.

Estos trastornos adicionales incluyen la depresión mayor, el alcoholismo y la ideación suicida.

Entre estos trastornos comórbidos, destaca especialmente el abuso de alcohol en los estudiantes universitarios.

Aunque es posible que el alcoholismo en toda regla no sea frecuente entre los estudiantes, un meta-análisis de muchos estudios que examinan la relación entre el trastorno de ansiedad social y el consumo de alcohol descubrió que el TAS estaba «significativamente correlacionado con los problemas relacionados con el alcohol», así como que la fobia social era uno de los motivos más comunes para el consumo de alcohol, junto con la conformidad y la capacidad de hacer frente a los problemas (Schry & White, 2013).

Sin embargo, el TAS se correlaciona negativamente con la frecuencia y la cantidad de consumo de alcohol, probablemente debido a la evitación general de las situaciones sociales, que es donde se suele consumir.

Causas de la ansiedad social en los estudiantes universitarios

A día de hoy, existe un consenso general entre los expertos de que los trastornos mentales suelen estar causados por una interacción particular entre factores biológicos, ambientales y socioeconómicos.

Se cree que éste es también el caso de las causas del trastorno de ansiedad social en los estudiantes universitarios.

Los estudiantes universitarios, como todos, pueden estar predispuestos a la ansiedad social a través de los genes heredados, una mayor respuesta de la amígdala o una menor secreción de serotonina, así como por haber sufrido una crianza inadecuada o experiencias traumáticas.

Sin embargo, la universidad puede ser una época especialmente problemática para cualquier persona, lo que significa que, incluso sin estas influencias, puedes sentirte inseguro en algunos momentos en la universidad.

Para obtener una visión general de todos los factores que se ha demostrado que aumentan las posibilidades de desarrollar el TAS, echa un vistazo a nuestro artículo sobre las causas de la ansiedad social. La siguiente infografía resume estas posibles causas.

Infografía: Las posibles causes de ansiedad social.

Es probable que la fobia social de los estudiantes universitarios esté causada por una combinación de varios de los factores indicados anteriormente.

Los estudiantes universitarios abandonan sus grupos de amistad y sus familias y quizás se mudan a cientos de kilómetros de su ciudad natal.

Abandonar los grupos sociales en los que nos sentimos valiosos y queridos y tener que relacionarnos con gente nueva con ideas y expectativas diferentes puede provocar mucha ansiedad.

Además, otras ansiedades relacionadas con la universidad, como las tareas de los cursos, los exámenes, la independencia y el pensar en las carreras, pueden amplificar la fobia social existente.

¿Es la ansiedad social considerada una discapacidad para la universidad?

Si padeces fobia social, puede que te preguntes si se considera o no una discapacidad en la universidad.

Los trastornos de ansiedad están incluidos en la lista de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades de 1990. Padecer fobia social puede hacer que tengas derecho a ciertas adaptaciones. Éstas te ayudarán a compensar los síntomas de tu ansiedad social y a gestionar tu vida universitaria con más facilidad.

En primer lugar, debes acudir a la oficina de servicios para discapacitados de tu universidad o enviar un correo electrónico al departamento correspondiente. También es posible que haya un centro médico en el campus que pueda ayudarte.

Cada universidad tendrá sistemas ligeramente diferentes, así como requisitos para comprobar tu trastorno. La oficina te informará de los distintos documentos que puedes necesitar.

Puede depender de tu país de residencia qué adaptaciones puedes solicitar, o el departamento puede ofrecértelas en función de las características específicas de tus dificultades.

Las adaptaciones suelen incluir: tiempo extra para los exámenes y tareas, salas privadas para los exámenes y asistencia tecnológica.

Una o todas ellas deberían ayudarte a no retrasarte debido a tu trastorno de ansiedad social.

Conclusión:

Dado que aproximadamente uno de cada cinco estudiantes universitarios sufre un trastorno de ansiedad social, el TAS representa uno de los trastornos psicológicos más comunes de nuestro tiempo. Por lo tanto, no hay ninguna razón para creer que estás sufriendo solo.

Las causas son amplias y variadas y nunca es fácil identificar los factores causantes sin una terapia y el asesoramiento de un médico u otro profesional cualificado.

El TAS puede afectar a tu rendimiento académico, dificultar tu participación en clase o dificultar que hagas amigos. Incluso puedes sentirte tentado a consumir alcohol como mecanismo de afrontamiento y a veces te puedes encontrar luchando contra la depresión y otros síntomas de salud mental.

Todos estos resultados son comprensibles y normales para los estudiantes universitarios que sufren fobia social.

Sin embargo, existen muchos tratamientos útiles, que van desde las intervenciones farmacéuticas hasta las terapéuticas.

Es posible que tengas que cambiar ciertos hábitos de vida o practicar regularmente la atención plena para recuperarte. Afortunadamente, muchos de estos tratamientos han demostrado su eficacia en numerosos ensayos científicos y en la práctica clínica.

Consulta nuestra guía de tratamiento completa para saber más sobre tus opciones y empieza a disfrutar de tu vida universitaria, en lugar de limitarte a soportarla.

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Te ayudará a comprender los factores desencadenantes y los síntomas de tu ansiedad social, a aprender herramientas prácticas para aliviar tu ansiedad a corto y largo plazo y a encaminarte hacia una vida más satisfactoria y segura de ti mismo con la orientación de expertos.

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Acerca del autor: Martin Stork

Martín es psicólogo profesional con antecedentes en fisioterapia. Ha organizado y dirigido varios grupos de apoyo para personas con ansiedad social en Washington, DC y Buenos Aires, Argentina. Es el fundador de Conquer Social Anxiety Ltd, donde trabaja como escritor, terapeuta y director. Puedes hacer clic aquí para saber más sobre Martin.

George Lestner es coautor de este artículo. Puedes encontrar a George en LinkedIn haciendo clic aquí.

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